Situado en un edificio histórico del arquitecto Gutiérrez Soto, se buscó una composición que fuera específica de este lugar, realzando sus cualidades. Los colores se avivan y distinguen o se templan y funden según el momento. El interior del local recrea una especie de cueva, recogido e íntimo en el que materiales originales son capaces de convivir con otros como la curva del horno.
FOTOGRAFÍA:
Salva López
Situado en un edificio histórico del arquitecto Gutiérrez Soto, se buscó una composición que fuera específica de este lugar, realzando sus cualidades. Los colores se avivan y distinguen o se templan y funden según el momento. El interior del local recrea una especie de cueva, recogido e íntimo en el que materiales originales son capaces de convivir con otros como la curva del horno.
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Salva López
Situado en un edificio histórico del arquitecto Gutiérrez Soto, se buscó una composición que fuera específica de este lugar, realzando sus cualidades. Los colores se avivan y distinguen o se templan y funden según el momento. El interior del local recrea una especie de cueva, recogido e íntimo en el que materiales originales son capaces de convivir con otros como la curva del horno.
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Salva López
Situado en un edificio histórico del arquitecto Gutiérrez Soto, se buscó una composición que fuera específica de este lugar, realzando sus cualidades. Los colores se avivan y distinguen o se templan y funden según el momento. El interior del local recrea una especie de cueva, recogido e íntimo en el que materiales originales son capaces de convivir con otros como la curva del horno.