El punto de partida es la cultura europea, reflejada en la arquitectura moderna y la influencia de Le Corbusier, combinada con elementos de la casa típica madrileña como los suelos de loseta hidráulica, los revestimientos de azulejo, la madera de castaño y el yeso proyectado rugoso de las paredes. Detalles peruanos se añaden en el arte aplicado y la vegetación, el color y los complementos, mientras el espacio aspira a un ambiente neoyorkino sofisticado pero casual.
El punto de partida es la cultura europea, reflejada en la arquitectura moderna y la influencia de Le Corbusier, combinada con elementos de la casa típica madrileña como los suelos de loseta hidráulica, los revestimientos de azulejo, la madera de castaño y el yeso proyectado rugoso de las paredes. Detalles peruanos se añaden en el arte aplicado y la vegetación, el color y los complementos, mientras el espacio aspira a un ambiente neoyorkino sofisticado pero casual.
El punto de partida es la cultura europea, reflejada en la arquitectura moderna y la influencia de Le Corbusier, combinada con elementos de la casa típica madrileña como los suelos de loseta hidráulica, los revestimientos de azulejo, la madera de castaño y el yeso proyectado rugoso de las paredes. Detalles peruanos se añaden en el arte aplicado y la vegetación, el color y los complementos, mientras el espacio aspira a un ambiente neoyorkino sofisticado pero casual.
El punto de partida es la cultura europea, reflejada en la arquitectura moderna y la influencia de Le Corbusier, combinada con elementos de la casa típica madrileña como los suelos de loseta hidráulica, los revestimientos de azulejo, la madera de castaño y el yeso proyectado rugoso de las paredes. Detalles peruanos se añaden en el arte aplicado y la vegetación, el color y los complementos, mientras el espacio aspira a un ambiente neoyorkino sofisticado pero casual.